jueves, 11 de octubre de 2007

Volver la vida atras

Hasta que comprendí que el tiempo es fugitivo/ como fuga de instantes, como humo, / pasaron muchos años. Antes sólo existía la conmoción de lo vivido/las ansias migratorias del ver y conocer/ para más tarde invertir en palabras/las sensaciones jamás antes vertidas/ sobre el blanco papel enmudecido. Entonces hubo días de sextantes y brújulas/ para saber a qué rumbo o distancia encomendarme/ después de conocer sobre mi piel/ perfume y tacto/ de lo no presentido y muy pronto olvidado. Mas hubo también dolor,/ llamó a mi puerta un día, pasa -dijo mi voz_/ toma aliento un instante antes de que atravieses/ en mi pecho tu espada. Perpetúa mi imagen en la profundidad de tu retina/ y acepta como dádiva mi vida como ofrenda,/ si es que ya habré gozado la plenitud de mi niñez/ y el temblor de un instante de amor indescriptible. Lo demás, pelillos a la mar. No se pierde del todo/ la memoria que fuimos, que seremos./ Pero qué extraño haber cumplido años, o peor dejar ya de cumplirlos/ y que alguien, un día al transcurrir del tiempo,/ repare en el poema y en quien lo concibió/sin saber que, al leerlo, el ayer enmudece/ y ha de ser el olvido quien pronuncie mi nombre,/ quien de nuevo en sus brazos/ me regrese.


DEDICATORIA: Para quienes lean estos textos y entren en ellos con todo la intensidad
que han sido escritos.

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